Las primeras
poblaciones humanas del Cantábrico han sido datadas en un momento avanzado del
Paleolítico Inferior, posiblemente durante el último periodo interglaciar (hace
120.000-130.000 años).
En el entorno
de los Picos de Europa la presencia del hombre es conocida por primera vez
durante el Paleolítico Medio (90.000 a 120.000 años de antigüedad) en los
yacimientos de la cueva del Esquilléu, (situada en el Desfiladero de la Hermida,
a unos 350 metros de altitud), en el yacimiento al aire libre del Habario (entre
los pueblos lebaniegos de Pendes y Cabañes) ó en el Abrigo del Arteu.
Estas primeras
poblaciones no mantenían un carácter estable sobre el territorio,
fundamentalmente por dos razones:
·
Su forma de vida estaba basada exclusivamente en
los aprovechamientos de los recursos naturales (recolección, caza, pesca y
marisqueo), siempre limitados y sujetos a una alta estacionalidad. Esto motivaba
frecuentes flujos migratorios y desplazamientos cortos acordes, por ejemplo,
con la movilidad de los rebaños de ungulados.
·
La última glaciación endureció las condiciones climáticas
en las áreas de montaña, sometiéndolas a acusadas variaciones de los ciclos
estacionales, lo que motivo el carácter esporádico de los asentamientos en la
zona de los Picos de Europa. La última glaciación fue hace 50.000 años, durante
el Paleolítico Medio.
Fue durante el
Neolítico (5.000-3.000 años antes de Cristo) cuando tuvo lugar la colonización definitiva
de loa Picos de Europa; fenómeno estrechamente ligado a la mejoría climática y,
sobre todo, al proceso de sedentarización iniciado durante el Mesolítico con la
práctica de una economía mixta: caza y recolección, pero también formas
incipientes de agricultura y ganadería que se consolidaron durante el
Neolítico.
La mejor muestra de esta
arraigada ocupación humana es, sin duda, el yacimiento de la Peña Oviedo en la
Junta Vecinal de Mogrovejo, municipio de Camaleño. En este yacimiento se han
hallado, entre otras cosas, fondos de cabañas, silos con restos de cereales,
cerámica y diversos objetos neolíticos como hachas pulimentadas. La presencia
en este lugar de enterramientos y tumbas megalíticas confirman, como
enterramientos colectivos que son, un poblamiento humano sólidamente asentado
sobre el territorio.
Una de las
zonas donde se encontraron los yacimientos de Peña Oviedo.
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